Glorieta de Colón
En lo que fue leído como una alianza con Ricardo Monreal, quien es muy probable sea el candidato de Morena a la Jefatura de Gobierno, el senador Gabriel García Hernández hizo pública su aspiración de convertirse en el abanderado de su partido para la Alcaldía de Iztapalapa. En un encuentro con medios de comunicación en el Senado expuso que tiene ya meses caminando las calles de esa Demarcación Territorial –donde hay pintadas decenas de bardas con la leyenda “senador del barrio”–, pues antes que nada primero tiene que platicar con la gente, cara a cara, para armar el proyecto y después de ello tener ya las bases para convertirse en candidato. Gabriel García también presentó ayer su libro “Sentimientos de Iztapalapa”, fundamento de su causa para gobernar la Demarcación más importante para Morena a nivel nacional, ahí donde los votos decidieron el triunfo de AMLO en 2000 para jefe de Gobierno, y donde le dieron un aire importante al movimiento del tabasqueño, en 2009, con el triunfo de ‘Juanito’ que dio paso a Clara Brugada, para el cual fue clave Gabriel García. Lo único que se le podría complicar al senador –quien fue coordinador nacional de los Programas para el Desarrollo del Gobierno de la República–, es que su partido determinara que en esa Demarcación toque la candidatura a una mujer. En los próximos días, el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) habrá de emitir el dictamen de “bloques de competitividad”, en el cual se prevé que eso le termine dando a Gabriel García una ventaja por sobre las otras aspirantes de su partido, Aleida Alavez, diputada federal, y Martha Ávila, coordinadora de Morena en el Congreso CDMX. Pero esa es otra historia.
GAM: de esposo a esposa
Pese a que se entregó totalmente a Morena, todo apunta que al diputado perredista Jorge Gaviño no le cumplirán aquello de hacerlo candidato a la Alcaldía Gustavo A. Madero, donde la favorita sin duda es Beatriz Rojas Martínez, por cierto esposa del actual edil, Francisco Chíguil. O sea, pretenden heredarse el poder en pareja, como perredistas, panistas y priístas. Lo bueno es que en la “4T” son distintos, ¡que si no…!