Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Quizá Claudia Sheinbaum tenga memoria selectiva, sus asesores de medios están en otro canal o las dos anteriores. El sábado, en un mitin de precampaña en la Alcaldía Álvaro Obregón se le ocurrió la monumental idea de gritar a los cuatro vientos que la corrupción no regresaría a esa Demarcación Territorial. Y de pilón, advirtió que la oposición PAN, PRI y PRD van a comprar votos para ganar la elección en la capital del país, cuando ellos son los especialistas –y tienen dinero de sobra– en la coacción a los electores.
Pero Sheinbaum topó con pared. De inmediato la alcaldesa Lía Limón le reviró con fuerza que, en efecto, la corrupción no volvería a la Álvaro Obregón, porque Layda Sansores ahora gobernaba el estado de Campeche y además ningún candidato de Morena ganaría en esa Demarcación.
De plano, Lía Limón acusó que Sheinbaum, como jefa de Gobierno de la CDMX, y en su momento la titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, fueron encubridoras, tapaderas de la corrupción de su antecesora Layda Sansores, quien encabezó la Álvaro Obregón entre 2018 y 2021.
Lía Limón les recordó que desde hace un año presentó siete denuncias penales en la Fiscalía de Godoy, por la presunta responsabilidad de Sansores en el quebranto al erario por un monto superior a los 120 millones de pesos. Advirtió la presunción de varios delitos: corrupción, ejercicio abusivo de funciones, desvío de recursos y enriquecimiento ilícito.
Lía Limón entregó en la Fiscalía evidencias de fraude en tres programas sociales con un daño por 70.8 millones de pesos; tres contratos de adquisiciones y servicios que sumaron un quebranto de 40 millones de pesos, y un convenio con una asociación civil con un daño por 8.2 millones de pesos.
Uno de los hechos más burdos denunciados de la administración de Sansores es que la directora de Finanzas, Aurora Yolanda Martínez Hernández se autorizó y cobró a su nombre (o endosados por ella) cheques por 31.2 millones de pesos, para supuestamente entregar esos recursos a ciudadanos en programas sociales en el periodo de la pandemia covid-19, pero no hay evidencia alguna de que así se haya hecho, por lo que todo apunta a que esos recursos fueron robados, literalmente, a la Alcaldía. “No llegó a los más pobres este dinero”, lamentó Limón.
Otra denuncia de las presentadas por Lía Limón alcanza al gobierno de Campeche, vía su director de Comunicación Social, Walther David Patrón Bacab, quien cuando fungió en el mismo cargo en la Álvaro Obregón firmó un contrato de servicios en 2020 por supuesta difusión del quehacer gubernamental en internet y redes sociales. El monto fue por casi 3.4 millones de pesos. No hay evidencia del servicio brindado; es decir, no hay entregables según se especificó en las obligaciones del proveedor del servicio. Se presume que se trató de un contrato simulado.
Cuando presentó las denuncias, en febrero pasado, Lía Limón dijo que no confiaba que Sheinbaum y Godoy le dieran cause ministerial, y vaticinó que serían encubridoras de Sansores. “No me equivoqué”, dijo el domingo, al precisar que los expedientes fueron mandados a la congeladora, sin resolución alguna.
Por cierto, otro hecho que podría considerarse corrupción durante la administración de Sansores en la Álvaro Obregón, es que desdeñó las políticas públicas de género, de apoyo a las mujeres. Por ley, existían algunos programas, pero si no se cumplían, nada pasaba. Por eso se entiende que el día de las elecciones de junio de 2021 las mujeres fueron en su mayoría quienes sufragaron por Lía Limón. Sheinbaum debería pedir a sus asesores de medios que la libren de estos duros revires de la oposición. Lo veremos.