Glorieta de Colón
Más allá de que lo vean como una muestra de las enormes libertades, los derechos y la diversidad que ganó la sociedad en la CDMX, la 45 Marcha del Orgullo LGBT+ en que participaron más de 250 mil personas el sábado, mandó un mensaje muy contundente: hay desafíos, una deuda pendiente en todo el país y ante ello la exigencia de los grupos que se consideran históricamente vulnerados, como las personas LGBT+ indígenas, los que viven con VIH, privados de a libertad, trabajadores sexuales, migrantes, lesbianas y adultos mayores e infancias y adolescencias trans.
A Martí le dolió
Ahora sí que a Martí Batres le han dado una sopa de su propio chocolate y vaya que le supo bastante amarga y ácida. Tan no le gustó, que pidió a los trabajadores de la salud que han protestado en los últimos días para defender sus derechos laborales, que no salgan a las calles a protestar, que no hagan bloqueos, y les manda el mensaje de que todo es un malentendido y por eso se va a aclarar. Los trabajadores de la salud lo que hacen es comparar su ingreso mensual actual en la nómina de la CDMX, y lo que les están ofreciendo, los tabuladores al federalizar el sistema de salud en el IMSS Bienestar. Son protestas entendibles, a no ser que 2 mil 500 años después, la “4T” pretenda desafiar a Pitágoras.
Candidato ‘totalmente palacio’
Periodistas que cubrieron la campaña de Santiago Creel para jefe de Gobierno del DF, allá en el 2000, nos recuerdan un par de anécdotas. La primera, cuando un día viajaba en la misma camioneta de los reporteros y decidieron pararse para comprar unas tortas. Iban haciendo la lista y preguntando de qué la quería cada uno, y cuando llegaron a Creel, respondió: “de salmón”. La otra: Creel usaba ropa de marcas caras hasta para visitar las zonas más empobrecidas de la capital, y por ello se ganó el mote de “candidato totalmente palacio”. ¿Será por eso que hay panistas que piensan que si Creel fuera candidato Presidencial, en la CDMX en vez de sumar, restaría? Es pregunta.